Blogia
OpinActiva

Bitácora de Mauricio Hofmann

Bitácora de Mauricio Hofmann Este reputado periodista chileno tiene su blog con una serie de temas muy interesantes. El que quiero destacar en este momento es sobre la falta de interés de la candidata presidencial Michelle Bachelet en asistir a un debate televisado para constrastar sus opiniones y propuestas con las de sus contendores. El artículo es interesante y os lo recomiendo. Podéis visitarlo en el enlace que aparece en la parte inferior izquierda de este blog. A continuación, aparece el comentario que añadí al artículo al que me refiero en esta nota.

Me parece que hay una contradicción: Mauricio critica que Bachelet no quiera entrar en debates con los candidatos, lo que responde a una estrategia electoral que poco tiene que ver con los valores democráticos “ideales” –pero no “reales”- de discusión pública del bien común. A la vez, se dice que no es “aceptable” que en un debate televisado aparezcan todos los candidatos presidenciales, pues quedarían unos 60 minutos de intervención a repartir entre todos ellos, transformándose el factor tiempo en un bache para profundizar en los argumentos que sustentan sus respectivas postulaciones.

Desde mi punto de vista, esta afirmación deja patente una fuerte limitación a la discusión política propia del formato televisivo, limitación extensiva al resto de los medios de comunicación que, a grandes rasgos, constituyen la tribuna pública que hace visibles y reconocibles a los políticos y los pone en contacto con la ciudadanía, generando la opinión pública. No obstante, no se cuestionan dichas trabas de formato, que también tienen poco que ver con los mencionados ideales democráticos. Me imagino, Mauricio, que allí interviene algo de “deformación” profesional, debido a sus últimos años desempeñándose en el medio catódico. Pero lo cierto es que los medios de comunicación, en general, no nos permiten entrar en grandes profundizaciones sobre los temas que afectan al país, al menos los más relevantes que, en principio, deberían interesar a toda la población, aunque no suele ser así.

No sólo sería “aceptable” un debate entre todos los candidatos, sino que sería la opción más democrática de todas, lo deseable y la meta a la que deberían dirigirse todos los esfuerzos de políticos y periodistas. Tenemos esperanza en que los profesionales de los medios tomen el compromiso que les cabe para conducir en esta dirección. No obstante, y aunque suene conformista, como nos dice la sabiduría popular, “peor es ná”. Siempre es mejor que podamos presenciar a los candidatos en acción, conocerlos un poco más, aunque sea bajo dichas restricciones.

Una duda: ¿Ustedes creen, con la mano en el corazón, que lo que mueve al resto de los candidatos a querer participar de un debate político con Bachelet es su amor y respeto a la democracia? Permítanme manifestar mis reservas, pues hay dos preceptos básicos en comunicación electoral, que podríamos resumir así: si ganas, quédate callado; si pierdes, mete ruido. Es decir, cuando las cifras de adhesión le son favorables al candidato, a éste no le conviene debatir ni generar mucho ruido porque, tal como señala Hofmann, hay mucho que perder (como Bachelet); sin embargo, en el caso del resto de los candidatos que no tienen un porcentaje de adhesión que les permita tomarse la campaña con mayor “tranquilidad”, se puede aplicar la fórmula contraria, haciendo ruido e intentando sacar al ganador de sus casillas, para que entre al ruedo y corra el riesgo de cometer errores.

Ilier Navarro

0 comentarios